¿Que se pone en juego con el 7D? 

Este día vencerá la medida cautelar de la Corte Suprema que le permitió al Grupo Clarín no adecuar sus licencias (240 sistemas de cable, 9 radios AM, 4 canales de televisión abierta y una FM) como lo determina la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Esta fecha límite, ha tomado un carácter simbólico muy fuerte en los últimos meses y desde el relato oficial se muestra como la “batalla final” y el fin de los monopolios mediáticos. Cómo decía Rodolfo Walsh, la comunicación “mueve a la gente”, y esto se vio demostrado en las luchas contra los monopolios mediáticos en Venezuela, Bolivia y demás países de Nuestra América. Por eso, nuestra tarea como militantes del campo popular es caracterizar a los actores participes de este conflicto, para poder dar una verdadera batalla por la democratización de la comunicación.
Desde la COPA (estudiantes en el FPDS) entendemos que el 7D (fecha límite para la aplicación del artículo 161 de la Ley de Medios) significa una batalla simbólica que excede la mera disputa por las licencias. Representa un avance hacia la desmonopolización de los medios de comunicación y la implementación plena de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Clarín es la principal herramienta de difusión mediática de amplios sectores de la clase dominante. En este último tiempo, de la mano de un proceso de politización y reconfiguración de los discursos sociales, se ha desarticulado la supuesta objetividad mediática de la corporación y se pusieron de manifiesto los objetivos e intereses detrás del gigantesco monopolio mediático que opera hoy en día para fortalecer una oposición por derecha al kirchnerismo y su “modelo”. Clarín es quien todavía marca gran parte de la agenda de discusión y opera para los sectores políticos y económicos que promulgan la falta de intervención del Estado, el libre mercado, la represión y la inmovilización. Es el Clarín de “La crisis causo dos nuevas muertes”, el que ocultó el asesinato de nuestros compañeros Darío y Maxi.
Quienes nos hemos expresado en apoyo de esta ley, entendemos necesario que se avance en la liberación de licencias por parte del Grupo Clarín, como así también desde otras tantas empresas que tampoco cumplen con la cantidad de medios permitidos: Grupo Uno y América de Vila-Manzano, Grupo Prisa, Grupo Telefónica, son algunos ejemplos. Este es un paso fundamental para avanzar en la efectiva aplicación de la Ley, sancionada hace ya 3 años.
Los medios oficialistas, por otro lado, si bien han impulsado fuertemente la Ley de Medios, también se han valido de censuras y de omisiones para ocultar las limitaciones estructurales del “modelo” (la precarización de la vida y un modelo extractivo dependiente).
A 3 años de la nueva Ley de Medios, lejos estamos de la pluralidad de voces. Es necesario el reconocimiento de los medios Comunitarios, Alternativos y Populares (CAP), a partir de un régimen de aplicación que disminuya las obligaciones y los costos económicos de acceso a las licencias. Con el 7D no se garantiza por sí solo este objetivo. A menos que se implementen con vocación política otros aspectos centrales incluidos en la Ley de Medios, otras tantas voces vuelven a quedar negadas, más cerca de presenciar un nuevo capítulo en la disputa política actual que de avanzar en la acceso a la información y los medios -un derecho que creemos fundamental-. En este sentido, la ausencia del Plan Técnico exigido por la ley como condición previa para el concurso, evaluación y entrega de licencias, es una de los grandes déficits: sin conocimiento público ni planificación de las licencias disponibles para explotar desde las empresas comerciales, el Estado, y las organizaciones sin fines de lucro, no se garantiza una acceso democrático.
Es por eso que proponemos seguir construyendo una nueva comunicación como parte de un proyecto de país alternativo, soberano y emancipador. Nos proponemos construir nuestra agenda informativa, que presente los intereses que emergen desde abajo y hacia la izquierda, sin corrernos y disputando la imposición de temáticas que manejan los grandes medios de comunicación masiva. La consolidación de experiencias comunicacionales, alternativas y populares sean en formato radial, gráfico y/o audiovisual, es una tarea que vemos fundamental en esta etapa. El objetivo es poder construir herramientas que logren intervenir y plantearse como una alternativa en el debate ante la polarización actual de la agenda,haciendo de la comunicación un bien social.
En este contexto, los estudiantes debemos hacernos carne de nuestro rol y sumarnos a la disputa por una verdadera democratización de las formas y los contenidos de la comunicación en nuestro país.

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